Roma (Italia).El  30 de octubre de 2024, un grupo de Hijas de María Auxiliadora de la  Comunidad María Auxiliadora  de la Casa Generalitaria (RCG) participó, en Roma, en la Plaza de San Pedro, en la Audiencia General del Papa Francisco sobre “La Confirmación, sacramento del Espíritu Santo”.

Entre ellas, sor Maria Sarmento Guterres, FMA de la  Inspectoría Maria Mazzarello (UCIN), de Timor Oriental, tuvo la oportunidad de mantener una conversación personal con el Santo Padre para ofrecerle su tesis de bachillerato, que dedicó al Papa Francisco, como buen comunicador.

De hecho, Sor María se graduó el 4 de octubre de 2024 en Ciencias de la Comunicación, Pastoral, en la Universidad Pontificia Salesiana (UPS) de Roma con una tesis titulada: “Ver, escuchar, hablar con el corazón. El paradigma de la cultura del encuentro del Papa Francisco en sus mensajes para la JMCS (2021-2023)”.

La emoción fue grande cuando, al final de la audiencia, el Papa se acercó a saludar a las personas presentes en el sagrado, que habían solicitado una entrevista con él. A cada uno, como un padre, le dedicó el tiempo necesario para escuchar, dirigir algunas palabras y dar su bendición. La historia de Sor María:

“Cuando me dieron la oportunidad de asistir a esta audiencia, no lo podía creer. Era como un sueño, un evento que esperaba, pero ni siquiera me atrevía a imaginar que pudiera suceder. La emoción y la ansiedad se mezclaron dentro de mí, mientras me preparaba para ese momento.

Había pasado meses escribiendo mi tesis analizando la extraordinaria forma de comunicar del Papa Francisco, su capacidad de tocar el corazón de las personas con su mirada y sus gestos. Nunca imaginé que, en un momento dado, tendría la oportunidad de presentar mi trabajo al Papa en persona.

La idea de conocerlo, de hablar con él, me parecía casi surrealista. Me preparé cuidadosamente, revisando mis notas, pero en el fondo sabía que las palabras podían dejarme frente a un hombre tan carismático.

Cuando llegué a la audiencia, el ambiente estaba lleno de emoción. La gente a mi alrededor estaba igual de emocionada y feliz. Cuando finalmente llegó el Papa Francisco, una ola de calidez y alegría recorrió este espacio, iluminada por su dulce sonrisa, ya que su mirada transmitía una profunda humanidad.

Cuando llegó el momento de acercarme, sentí una mezcla de emociones. Con mi tesis en la mano y una bufanda típica de Timor, me acerqué a él. Con el corazón latiendo desenfrenadamente, comencé a decir: “Santidad, soy Hija de María Auxiliadora, vengo de Timor Oriental y hoy tengo el placer de presentarle mi tesis. A usted le dediqué este trabajo, a su ejemplar estilo de comunicación”.

El Papa tomó la tesis en sus manos, la miró y la hojeó, comentando: “Interesante… ¡Muy bien!’. Así que le pregunté si podía ofrecerle mi trabajo y me lo agradeció de todo corazón.

Por supuesto, no podía irme sin pedir su bendición para mi país -que visitó en septiembre de 2024 – y para nuestro Instituto; sin demora, el Papa me dio el don de esta bendición.

Cuando dejé la audiencia, mi corazón estaba ligero. Había tenido la oportunidad de compartir una parte de mi mundo con un hombre que era verdaderamente de Dios. Llevaré conmigo para siempre el recuerdo de ese encuentro, un resplandor infinito de inspiración. Mi tesis no fue solo un trabajo académico, sino un puente entre mis aspiraciones de convertirme en una buena mensajera y la realidad de un modelo de comunicación verdaderamente extraordinario”.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.