Lecco (Italia). El 18 de junio de 2024 nació oficialmente la Comunidad de Energías Renovables y Solidarias (CERS) en el municipio de Lecco, Lombardía.
Entre las diversas entidades que han firmado la constitución de la Asociación, que se inscribirá en el Registro Nacional Único del Tercer Sector, también se encuentra el Instituto de María Auxiliadora de las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría Lombarda de la Sagrada Familia (ILO), del que estuvieron presentes la Representante Legal, Sor Ludovica Burlini, y Sor Maridele Sandionigi, coordinadora de la Comisión Laudato Si’ de la Inspectoría.
Una Comunidad de Energía Renovable y Solidaria (JERS) es una forma de intercambio de energía entre entidades que producen y consumen energía en una misma área geográfica. El objetivo es reducir el transporte de energía a largas distancias y la producción de energía a través de fuentes renovables, promoviendo una forma de Comunidad capaz de dar nuevas respuestas a la pobreza energética y educar hábitos de consumo virtuosos.
En 2022, el Ayuntamiento de Lecco puso en marcha una mesa de co-proyectación abierta a todas las entidades interesadas en la zona y aportando sus propios consultores. El Instituto María Auxiliadora (IMA) de Lecco se sumó a la mesa, ya que la creación de la ERC estaba en línea con los objetivos de conversión a la ecología integral y era una de las acciones previstas en el vademécum Laudato Si’ de la Inspectoría ILO.
En concreto, las Hijas de María Auxiliadora del IMA Lecco han puesto en marcha un proyecto para estudiar el dimensionamiento del sistema fotovoltaico de la Casa, solicitando permisos para su instalación, que ya está a punto de finalizar.
Por lo tanto, el objetivo del CERS de Lecco es compartir todos los incentivos producidos y depositarlos en un Fondo Comunitario abierto en la Fundación Comunitaria de Lecco, que se utilizará para financiar proyectos de educación ambiental y para apoyar la pobreza energética en la zona.
“Junto con los miembros y signatarios de la JERS, hemos sido capaces de poner en el centro los intereses colectivos y las fragilidades territoriales para hacernos cargo de ellos de forma compartida y duradera. Pero sobre todo, partiendo de un contexto ambiental y socioeconómico común, hemos creado procesos de participación e innovación social capaces de desencadenar un cambio profundo con respecto a las cuestiones energéticas, con miras a una mayor justicia ambiental y social”, dijo la concejala de Medio Ambiente del Municipio de Lecco, Renata Zuffi.
Para las FMA, este es el comienzo de un sueño: el de crear energía a partir de fuentes renovables, compartirla y generar valor, financiar proyectos educativos que generen nuevas mentalidades y, al mismo tiempo, promover iniciativas entre las Comunidades Educativas para traducir en pasos concretos el camino de conversión a la ecología integral.
“Todo contribuye al todo, y evitar el aumento de la temperatura global en una décima de grado ya puede ser suficiente para evitar que muchas personas sufran. Pero lo que importa es algo menos cuantitativo: recordar que no hay cambios duraderos sin cambios culturales, sin una maduración del modo de vida y de las convicciones sociales, y que no hay cambios culturales sin cambios en las personas” (Papa Francisco, Laudate Deum, 70).
