Hacia un “nosotros”siempre más grande

Roma (Italia). El 26 de septiembre de 2021 se celebra la 107ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (GMMR), instituida por la Iglesia en el 1914 para llevar a la atención y a la plegaria de las Comunidades eclesiales y civiles la realidad de los migrantes y de los refugiados.

El tema del Mensaje 2021 – Rumo a um “nós” cada vez maior  – expresa una preocupación y un deseo que el Papa Francisco retoma de la Carta Encíclica Fratelli Tutti: “Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en un febril consumismo y en nuevas formas de auto-protección egoísta. “Quiera el Cielo que al final no existan más “los otros”, sino sólo un “nosotros” (n. 35).

El “nosotros” es el horizonte del camino común, presente desde siembre en el proyecto de la Creación (Gen 1,27-28) y “destinado a incluir a toda la familia humana, todos los pueblos”. Un camino que tiene como centro y cumplimiento el misterio de Cristo, muerto y resucitado “para que todos sean una sola cosa” (Jn 17,21).

Sin embargo, este “nosotros” querido por Dios “está roto y fragmentado, herido y desfigurado”, sobre todo en tiempos de mayores crisis como la pandemia de Covid-9, en que los nacionalismos y el individualismo dividen el “nosotros” y llevan a alejar de sí a los “otros”: los extranjeros, los migrantes, los marginados, que habitan en las periferias existenciales.

 “En realidad, estamos todos en la misma barca y  llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, ya no haya más los “otros”, sino sólo un “nosotros”, grande como la humanidad entera”, dice el Papa Francisco, y lanza una doble llamada a caminar juntos hacia un nosotros siempre más grande:

Una Iglesia siempre más católica. La universalidad es la realidad que la Iglesia ha de reconocer y vivir en cada época. La acción del Espíritu nos hace capaces “de abrazar a todos para hacer comunión en la diversidad, armonizando las diferencias sin imponer nunca una uniformidad que despersonalice”. Los fieles católicos y la Iglesia son pues llamados a acoger la diversidad como oportunidad de enriquecimiento recíproco, a abrirse a las periferias existenciales sin prejuicios y miedos, a reconocer en los flujos migratorios contemporáneos una nueva “frontera” misionera y una ocasión privilegiada de anunciar a Jesucristo y su Evangelio.

Un mundo siempre más inclusivo, una única familia humana, donde nadie esté excluido: “El futuro de nuestras sociedades es un futuro “de colores”, enriquecido por la diversidad y por las relaciones interculturales. Por esto hemos de aprender hoy a vivir juntos, en armonía y paz”. La llamada del Papa requiere el compromiso de todos los hombres y las mujeres de derribar los muros y favorecer la cultura del encuentro, de emplear bienes y dones recibidos de Dios y ser corresponsables en hacer aún más bella la creación, el “tesoro” común, para “realizar un desarrollo más sostenible, equilibrado e inclusivo”.

Para prepararse a vivir la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021, el Sitio web del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ofrece  material en varios idiomas para la celebración del Día e recursos multimedia para utilizar y compartir: los vídeos del Papa para promover en las comunidades mayor comprensión y conciencia para con los migrantes y refugiados y algunos testimonios de experiencias positivas de migración.

El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora acoge el reto pastoral de hacerse cercanos a cuantos se encuentran viviendo situaciones de precariedad y de marginación, a través de la acción concreta de muchas Comunidades Educativas del mundo que abren las puertas y el corazón para dar esperanza y un futuro mejor a familias de migrantes y refugiados, educando al respeto a la diversidad y a la inclusión.

“Estamos llamados a soñar juntos. No hemos de tener miedo de soñar y de hacerlo juntos como una única humanidad, como compañeros del mismo viaje, como hijos e hijas de esta misma tierra que es nuestra Casa común, todos hermanas y hermanos” (cfr FT, 8).