Concesio (Italia). Del 21 al 30 de septiembre de 2024 se celebró en Concesio, Brescia, ciudad natal de San Pablo VI,  la 25ª Semana Montiniana, un evento anual centrado en las fechas del 26 de septiembre, día en que nació el futuro Papa, Giovanni Battista Montini (1897), y el 30 de septiembre, día en que fue bautizado.

Durante la Semana, los ciudadanos y feligreses de Concesio pudieron participar en varios eventos de celebración, realizados en sinergia entre parroquias, municipios y el Instituto Pablo VI, para profundizar en el estilo evangélico del Papa y hacerlo resonar en vista del camino futuro como Iglesia y como sociedad civil.

Desde 2009, las Hijas de María Auxiliadora de la  Visitaduría María Madre de la Iglesia (RMC) tienen la custodia de la Casa Pablo VI, justo donde nació Giovanni Battista Montini, con la misión de acoger a los peregrinos que se presentan, ya sea de forma organizada con reservaciones, o espontáneamente, tocando la campana de la casa donde nacieron según el horario de apertura. No muy lejos de la casa se encuentra el Museo de la Colección Pablo VI, gestionado por una organización sin ánimo de lucro. (https://www.concesiopaolovi.it/)

Este año, el evento estuvo en sintonía con el 60 aniversario de la peregrinación a Tierra Santa de San Pablo VI – el primer Papa después de San Pedro en regresar a Tierra Santa – y el encuentro con el Patriarca Ecuménico Atenágoras I. (cartel)

El abrazo entre Pablo VI y Atenágoras I, el 5 de enero de 1964, pasó a la historia: fue desde 1054 -después de la excomunión recíproca entre las Iglesias de Oriente y de Occidente- que las dos Iglesias no se habían hablado bajo la bandera del diálogo, del perdón y del deseo de recomenzar algo que había sido interrumpido. A raíz de este encuentro, se levantó la excomunión recíproca entre las dos Iglesias, que ya tiene casi mil años.

El 21 de septiembre, la Semana Montini se inauguró en el Auditorio Pablo VI con la entrega del Premio “Pablo VI Civilización del Amor” – por parte del párroco, Mons. Fabio Peli y del Alcalde de Concesio, Agostino Damiolini – al Cardenal Pierbattista Pizzaballa, OFM, Patriarca de Jerusalén de los Latinos, en presencia de las autoridades civiles y eclesiásticas y con la sentida participación de la población.

Su testimonio fue conmovedor: es sorprendente cómo persiste la tenaz esperanza en el cardenal, a pesar de las tragedias que está viviendo en Tierra Santa. “En Tierra Santa estamos viviendo una larga noche, pero afortunadamente sabemos que incluso las noches más oscuras llegan a su fin. La esperanza es hija de la fe, por eso tenemos confianza. Como Iglesia, nunca nos cansaremos de trabajar con aquellos que desean la paz. Seguramente tomará más tiempo, mucho tiempo, pero la paz llegará”, dijo.

El cardenal dijo que la guerra que estalló el sábado 7 de octubre de 2023 en Israel se llamó la Guerra de Sucot. Sucot es la fiesta de las cabañas, en la que los judíos dan gracias a Dios por la cosecha de frutos y piden a Dios el regalo de la lluvia. Fue un acto terrorista de Hamas -un grupo terrorista en la Franja de Gaza- sin precedentes por la velocidad y la crueldad de sus acciones, razón por la cual los rebeldes de Hamas lo llaman “el diluvio de al-Aqsa”. El cardenal agregó que un niño le dijo que “si quieren hacer el diluvio, él quiere hacer el Arca de Noé” y por eso invitó a Concesio y a la tierra de Brescia a ser un Arca de Noé.

El domingo 22 de septiembre, el  cardenal Pizzaballa celebró la Santa Misa en la Basílica Menor de los Santos Antonino Mártir y Pablo VI y compartió un almuerzo con la comunidad parroquial en el Oratorio de la Pieve.

El 26 de septiembre, en la casa natal de Pablo VI, las FMA animaron el Rosario para la población. Allí, hace 127 años, nació Pablo VI: todos los años, en esta fecha, se reza el Rosario para pedirle la valentía de saber defender el don de la vida de toda forma de manipulación y violencia. Siendo el 60º aniversario de la visita de San Pablo VI a Tierra Santa, la oración recorrió los lugares santos, confiando a María la vida no nacida, las familias y la paz.

Por la tarde, la Santa Misa fue celebrada por monseñor Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto. Dando resonancia al sexagésimo aniversario de la  Encíclica Ecclesiam Suam de san Pablo VI, que fue el manifiesto de su pontificado al servicio de la Iglesia y del mundo, sellado por el diálogo, en su homilía monseñor Forte declinó en un bello decálogo la esencia del santo, considerado el Papa del diálogo con la modernidad, con los hermanos separados, con los hermanos judíos y musulmanes,  con todas las demás religiones y también con aquellos que creen que la fe no es parte de la existencia.

El 28 de septiembre, en la Basílica Menor, tuvo lugar un concierto realizado por la Capilla Musical del Santuario de San Juan XIIII de Sotto el Monte de Bérgamo, ciudad donde nació Angelo Giuseppe Roncalli, el Papa cuyo sucesor nació Pablo VI, con el que Concesio está hermanado.

El domingo 29 de septiembre, las FMA acogieron en su lugar de nacimiento a las familias con niños bautizados en 2024, con los que desfilaron en procesión, acompañadas por la banda, hasta la Basílica Menor de los Santos Antonino Mártir y Pablo VI, donde se encuentra la pila bautismal que acogió a Giovanni Battista Montini en gracia. Como es tradición, dentro de esta Semana Montiniana, el año pastoral de Concesio comenzó por la tarde, con todos los agentes pastorales: catequistas, educadores, animadores, miembros de los consejos parroquiales.

Al final de la semana, en la Basílica Menor de la Pieve, se celebró el 30º aniversario de la ordenación sacerdotal de monseñor Marino Cotali, feligrés de Concesio. Al finalizar, se presentaron las obras de la colección de arte contemporáneo Pablo VI de la “Associazione per l’Arte Le Stelle”, que en los últimos dos años ha acompañado los tiempos litúrgicos siendo expuesta en el Baptisterio de la Basílica,.

Siempre muy numerosa y sentida por la población es la participación en la Semana Montiniana con sus eventos. De hecho, se percibe un intenso afecto que une a las personas con el Papa, como si esta tierra que lo vio nacer y lo acompañó en sus juegos, en sus estudios, en su crecimiento, tuviera una deuda agradecida con él y a la que está por siempre felizmente ligada.

La esperanza, según la consignación del cardenal Pizzaballa, es que la tierra de Concesio y Brescia sea verdaderamente un Arca de Noé, dispuesta a acoger con espíritu de diálogo y ecumenismo, propio del Evangelio, todos los desafíos de este tiempo contemporáneo, en particular el de la paz en Tierra Santa.

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