Roma (Italia). El 24 de septiembre de 2024, la Oficina de Prensa del Vaticano anunció el tema elegido por el Papa Francisco para la 59.ma Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales (GMCS) que se celebrará el 2025:
Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones (cf. 1Pe 3,15-16)
La mansedumbre es el estilo de comunicación en el centro del tema, en una época en la que “con demasiada frecuencia la comunicación es violenta, destinada a golpear y no a establecer las condiciones para el diálogo”. La nota de la oficina de prensa continúa precisando la urgencia de hoy: “Por lo tanto, es necesario desarmar la comunicación, purificarla de la agresión. Desde las tertulias televisivas hasta las guerras verbales en las redes sociales, el paradigma que corre el riesgo de prevalecer es el de la competencia, la oposición y el deseo de dominación”.
La referencia bíblica es a la Primera Carta de Pedro, que tiene como objetivo fortalecer la fe de los cristianos durante las persecuciones, cuando no es fácil permanecer firme y coherente y uno está más bien tentado de responder con la misma moneda: “Estad siempre dispuestos a dar razón de la esperanza que hay en vosotros… Pero hazlo con mansedumbre y respeto”, es entonces la invitación del autor.
La esperanza es, de hecho, el hilo conductor que recorre la Carta de Pedro y, en el año jubilar que está a punto de abrirse, con el lema “Peregrinos de esperanza”, no podía ser más que el objeto principal del Mensaje de la Jornada Mundial de la Comunicación: “Para nosotros, los cristianos, la esperanza es una persona y es Cristo”, precisa la nota.
Una esperanza que, sin embargo, no debe tener un carácter íntimista, sino ser objeto de compartir, por lo que “siempre está vinculada a un proyecto comunitario; cuando se habla de esperanza cristiana, no se puede ignorar una comunidad que vive el mensaje de Jesús de manera creíble hasta el punto de entrever la esperanza que comporta, y es capaz de comunicar también hoy la esperanza de Cristo con obras y palabras”.
La referencia al corazón marca la continuidad con los Mensajes de años anteriores. Así lo define el Papa Francisco en su Mensaje 2024: “El corazón, entendido bíblicamente como la sede de la libertad y de las decisiones más importantes de la vida, es símbolo de integridad, de unidad, pero también evoca afectos, deseos, sueños, y es sobre todo el lugar interior del encuentro con Dios”.
Y es siempre el corazón -que nos ha movido a ir a ver (2021), escuchar (2022), hablar (2023), comunicarnos con la humanidad (2024) y ahora compartir- “el que nos mueve a una comunicación abierta y acogedora” (Mensaje 2023), la que el mundo tanto necesita hoy.
Mensajes del Papa Francisco para las Jornadas Mundiales de las Comunicaciones Sociales