Roma (Italia). El 25 de julio de 2021 se celebra la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, que se tendrá cada año el cuarto domingo de julio, en la proximidad del aniversario de los Santos Joaquín y Ana, los abuelos de Jesús.
El Papa Francisco, en el Ángelus de 31 de enero de 2021, próximo a la Fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo (2 de febrero), cuando los ancianos Simeón y Ana reconocieron en Jesús al Mesías, comunicó la institución de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos: “ El Espíritu Santo suscita aún hoy en los ancianos pensamientos y palabras de sabiduría: su voz es preciosa porque canta las alabanzas de Dios y custodia las raíces de los pueblos. Ellos nos recuerdan que la vejez es un don y que los abuelos son el anillo de conjunción entre las generaciones, para transmitir a los jóvenes experiencia de vida y de fe. (…) Es importante que los abuelos encuentren a los nietos y que los nietos se encuentren con los abuelos, para que – como dice el profeta Joel – lo abuelos ante los nietos soñarán, tendrán grandes deseos, y los jóvenes, cogiendo fuerza de los abuelos, irán adelante, profetizarán”.
“Yo estoy contigo todos los días“ (cfr Mt 28,20) es el Mensaje que el Santo Padre dirige a los abuelos asegurando que “toda la Iglesia está cercana – mejor dicho, nos es cercana -, se preocupa de ti, te quiere bien y no quiere dejarte solo!”. Recordando el tiempo de prueba de la pandemia en que los ancianos han experimentado la enfermedad en primer lugar, la pérdida de los cónyuges o de los seres queridos, el aislamiento y la soledad, dice: “El Señor continúa enviando ángeles a consolar nuestra soledad y nos repite: te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos. Es éste el sentido de esta Jornada que he querido que se celebrase por primera vez precisamente este año, después de un largo aislamiento y una vuelta a la vida social todavía lenta: que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada anciana – especialmente quien entre nosotros esté más solo – reciba la visita de un ángel!”.
“En el Evangelio de Mateo, Jesús dice a los Apóstoles: “Id a todas partes y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que os he mandado” (28,19-20). Estas palabras van dirigidas también a nosotros hoy y nos ayudan a comprender mejor que nuestra vocación es la de custodiar las raíces, transmitir la fe a los jóvenes y cuidarse de los pequeños”.
En esta prospectiva el Papa invita a los abuelos a ser protagonistas en construir, en la fraternidad y en la amistad social, el mundo de mañana en que hace falta “ser parte activa en la rehabilitación y en el apoyo de las sociedades heridas” (FT 77), a través de tres pilares:
- Los sueños, según la promesa del profeta Joel “Vuestros ancianos tendrán sueños, vuestros jóvenes tendrán visiones” (3,1): «El futuro del mundo está en esta alianza entre los jóvenes y los ancianos. ¿Quiénes, si no los jóvenes, pueden acoger los sueños de los ancianos y llevarlos adelante? Pero para esto es necesario continuar soñando: en nuestros sueños de justicia, de paz, de solidaridad reside la posibilidad de que nuestros jóvenes tengan nuevas visiones, y juntos se pueda construir el futuro. Es necesario que también tú testimonies que es posible salir renovados de una experiencia de prueba”.
- la memoria, de los eventos dolorosos experimentados por los ancianos, como la guerra, puede ayudar a las nuevas generaciones a cultivar el valor de la paz: “Recordar es una verdadera misión propia de cada anciano: la memoria, y llevar la memoria a los otros. (…) Esa memoria puede ayudar a construir un mundo más humano, más acogedor. (…) Y los fundamentos de la vida son la memoria”.
- la oración. Retomando las palabras del Papa Benedicto XVI al fin de su pontificado “La plegaria de los ancianos puede proteger el mundo, ayudándolo quizá de un modo más incisivo que las prisas de muchos”, el Papa Francisco recuerda a los abuelos que su plegaria es un “recurso preciosísimo” para la Iglesia que está atravesando, ”sobre la misma barca, el mar tempestuoso de la pandemia”. Su intercesión “no es inútil, sino que supone para todos la serena confianza de un lugar de aterrizaje”.
Con ocasión de la Primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos, se concede la indulgencia plenaria “a los abuelos, a los ancianos y a todos los fieles que, motivados por el verdadero espíritu de penitencia y caridad, participarán el 25 de julio de 2021 en la solemne celebración que el Santísimo Padre Francisco presidirá en la Basílica PapaL Vaticana, con los abuelos y los ancianos de su Diócesis, o en las diversas funciones que se desarrollarán en todo el mundo […] y a los fieles que dedicarán el tiempo adecuado a visitar en presencia o virtualmente a los hermanos necesitados o en dificultad, como los enfermos, los abandonados, los
En la conferencia de prensa de presentación de la primera Jornada mundial de los Abuelos y de los Ancianos, el Dr. Vittorio Scelso – encargado para la Pastoral de los Ancianos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida – subraya que la Jornada será una oportunidad para vivir la Iglesia en salida: “Imaginamos que los nietos entreguen el Mensaje del Santo Padre a los propios abuelos y que los chiquillos de nuestras parroquias y de nuestras comunidades eclesiales salgan y vayan a buscar a los ancianos solos del propio barrio para decirles “Yo estoy contigo cada día””.
El Dicasterio ha puesto en marcha una campaña social, invitando a todos, en particular a los más jóvenes, a contar las visitas y las iniciativas que nacerán utilizando el hashtag #IamWithYouAlways.
Un kit pastoral – el mensaje del Santo Padre para la Jornada, un video que en una versión sencilla de imprimir y entregar a los ancianos, la oración compuesta para la ocasión, sugerencias pastorales sobre cómo celebrar la Jornada, un recurso litúrgico y una colección de las palabras del Santo Padre sobre los ancianos – está disponible en el Sitio web del año Familia Amoris Laetitia.