Hlaing Thar Yar (Myanmar). Las Hijas de María Auxiliadora de la Comunidad San Juan Bosco de Hlaing Thar Yar, en Myanmar – Inspectoría Maria Ayuda Nuestra de Camboya-Myanmar (CMY) – han expresado cercanía y solidaridad hacia algunas familias de un barrio marginal vecino a la Comunidad, ayudándoles a reparar y a hacer más seguras sus viviendas.
En este tiempo de pandemia de Covid-19, las palabras del Papa Francisco- “Utiliza lo que te ha dado Dios y mira a los pobres. Mira: hay muchos; en nuestras ciudades, en el centro de nuestra ciudad, hay muchos. ¡Haz el bien!” Angelus, 15 de noviembre de 2020) – resonaron como un desafío para las FMA que viven en el corazón de un barrio marginal de Hlaing Thar Ya, para salir en busca de los más pobres.
Desde agosto de 2020, las FMA distribuyen paquetes de alimentos en la zona donde viven, descubriendo un número cada vez mayor de familias que viven en míseras habitaciones y en la degradación. Durante la estación de las lluvias, resulta difícil para ellas dormir y cocinar, debido al agua que entra por los agujeros del techo de sus cabañas.
Viendo la situación, las FMA se han sentido fuertemente llamadas a procurarles refugios seguros y, con la aportación de varios bienhechores, han conseguido llevarles la ayuda necesaria. Las hermanas han visitado a las familias, han hablado con ellas y se han hecho cargo de la situación, ofreciéndose para las reparaciones.
Con la colaboración de los padres de los niños de la Escuela infantil Don Bosco, han podido realizar el sueño de dar un refugio seguro a 14 familias. Las pequeñas habitaciones (2,5m x 4m) han sido reestructuradas con paneles de bambú en las paredes, láminas de zinc en los techos y madera contrachapada en el suelo.
Una vez acabados los trabajos, las FMA han ido a visitar a las familias, regalándoles una Biblia y augurándoles que Dios esté presente en su nueva casa y en sus corazones. Las familias, de religión budista, han acogido el don con gran respeto y expresado agradecimiento a las FMA y a los bienhechores por la nueva vivienda:
“Ahora, con nuestros hijos, podremos dormir sueños tranquilos sin temor a la lluvia. Estamos muy agradecidos a vosotras y a vuestro Dios, que se hace sentir a través de vuestra bondad, interés y gentileza para con nosotros y nuestros hijos”.