Bangalore (India). Para celebrar el año de la Laudato Si’ y el Tiempo de la Creación, las Comunidades de las Hijas de María Auxiliadora de la Inspectoría Sacro Cuore di Gesù (INK) han dado vida a los cultivos implicando a los miembros de las Comunidades Educativas.
La Inspectora, sor Celine Jacob, ha invitado a practicar en las Comunidades la “Ética de lo suficiente”, con una vida sobria y respetuosa del ambiente, atendiendo con los propios medios a las necesidades diarias de la comunidad y cuidando de la creación.
En el Mensaje para la Jornada Mundial de plegaria para el cuidado de la creación del 1° de septiembre de 2020, el Papa Francisco destaca el redescubrir estilos de vida más sostenibles: “La actual pandemia nos ha llevado de cualquier modo a redescubrir estilos de vida más sencillos y sostenibles. La crisis, en un cierto sentido, nos ha dado la posibilidad de desarrollar nuevos modos de vivir. (…) La pandemia nos ha conducido a una encrucijada. Debemos aprovechar este momento decisivo para poner término a actividades y finalidades superfluas y destructivas, y cultivar valores, vínculos y proyectos generativos”.
La opción de orientarse hacia el cultivo y el cuidado de diversos tipos de plantas y hortalizas está dictada también por el hecho de que el año 2020 ha sido declarado por la ONU Año internacional de la salud de las plantas (IYPH), con el fin de aumentar la consciencia global de cómo la protección de la salud de las plantas puede ayudar a poner fin al hambre, reducir la pobreza, proteger el ambiente y promover el desarrollo económico.
Las Comunidades se han comprometido a plantar árboles frutales y hortalizas, a tener limpios y a no contaminar los ambientes y los espacios externos de las propias Casas y Escuelas, con la colaboración de todos.
En la Comunidad Inspectorial Sacro Cuore di Gesù, cada FMA ha planificado las propias actividades de trabajo de modo de tener tiempo para dedicar al cultivo de las hortalizas. Cada día junto a los laicos, hermanas y personal, subdivididos en tres grupos de trabajo según las áreas asignadas al cultivo, dedican una hora de trabajo al huerto.
Las hermanas ancianas apoyan las actividades con la plegaria y el ánimo: “todo está relacionado, el cuidado auténtico de nuestra misma vida y de nuestras relaciones con la naturaleza es inseparable de la fraternidad, de la justicia y de la lealtad a los demás.” (LS, 70).